© Silvia Delgado Fuentes

Imagen de tapa: © Albert Watson

A MANERA DE PRÓLOGO

NOTA DE LA AUTORA

Cuando me dispuse a escribir “No está prohibido llorar con los supervivientes” pensé en hacer una selección racional de países cuyas problemáticas fueran las más dolorosas pero decidí no hacer caso a la razón y comencé a palpar a tientas la realidad y así, a ritmo de réquiem o de aleluya, a paso rápido o exhausto, mirando a la tierra, a las estrellas o a la nada, diferentes lugares del mundo arrojaron su verdad sobre mis pasos para que los poemas fueran mezclándose con las piedras del camino, en contacto directo con la madre, con la pregunta original, Eros y Tánatos, sal y azúcar... Hubiera deseado no escribir estos versos con urgencia, deseaba hacerlo lentamente como si fuera mi propósito más un sueño de futuro o un encargo.. Se merecían calma, laboriosidad, estructura, orden, pero yo sólo tengo pasión y una vida que se escapa y no logro alcanzarla.
El mundo está enfermo, yo no me lo invento.
Aquí están, pues, mis versos, fue difícil caminar entre ruinas.....

Silvia Delgado Fuentes.
Agosto 2005

EPÍGRAFE

“Hay que hundir las palabras en la realidad
hasta hacerlas delirar como ella”
José Galván

ÁFRICA

“A Aidi, hermana de sangre y de alma”

Hoy comienza esta crónica desesperada
de mi propia voz.
Con mi inoportuno canto
mostraré donde duele el mundo, en qué costado.
La mujer oscura de cintura estrecha
y vientre demasiado amplio
desnudará sus secretos
cansada de guardarlos...
Voy a relataros el por qué de mi pesar,
las razones del embargo.
Mientras eructa el hambre
e infectan su cuerpo con tiranos
la indigente reina
vive adornando las falanges de los amos.
Y aunque sé que no hay dios bajo su cielo,
aunque sé que mañana vivirá sin sangre,
aunque el calvario esté en ella presente
y al pasado no lo recuerde,
yo cantaré las canciones de siempre
para que esta mujer oscura
mueva sus caderas
poniéndonos a todos de frente.
Nadie podrá ya detener su danza mágica.
Nadie podrá violar otra vez su vientre
con esperma canalla.
Africa, mujer de oscura raza,
fértil dama insurrecta:
levanta hoy tu puño y tu esperanza,
recoge las sílabas de todas las afrentas
y clávalas, como un puñal,
en la yugular de la infamia .
Todo es del amo blanco:
el agua que reparto,
el sudor de mi trabajo,
la sombra,
el viento.
Todo es del amo blanco:
el suelo donde descanso,
la comida que tira en el plato,
los harapos,
el látigo.
Todo es del amo blanco:
mi pasado,
mi presente,
los recuerdos,
el futuro de mis hijos
el mañana de mi gente.
Todo es del amo blanco:
las uñas,
los dientes,
el sexo nocturno,
la vergonzosa preñez permanente.
Todo es del amo blanco:
yo, soy del amo blanco,
soy su esclava,
su deudora,
su fulana,
su sumisa acreedora.
Pago con mi sangre
el jornal de arroz
con el que mato el hambre.

En Mauritania, la esclavitud se abolió legalmente en el año 1981 pero 90000 esclavos trabajan como lo hicieron durante más de 500 años, es decir, sirviendo a sus amos, cuidando sus manadas, recogiendo dátiles, estrujando acacias para obtener goma arábiga y reproduciendo la próxima generación de propiedad humana.
Mauritania es uno de los países más pobres del mundo, azotado por una sequía y una deforestación brutales, donde, tener asegurada la comida puede significar mucho...
Turbas famélicas ciñen el hoyo de la última vez.
Hombres armados con piedras y fe.
Una capucha blanca
sobre su pelo negro.
Silencio.
Enterrada hasta el cuello
quisiera morir con el primer impacto
pero dios ignora sus deseos.
Silencio.
Nadie se atreve, esconden la mano.
Nadie se atreve, callan su desprecio.
Nadie se atreve hasta que el menos casto
precipita su odio y nadie lo detiene.
Después todo es más fácil;
una tras otra, golpean,
una tras otra castigan,
una tras otra denigran,
una tras otra desprecian,
una tras otra torturan,
una tras otra sentencian,
una tras otra ejecutan,
una tras otra asesinan.
Después, cada uno a su sitio
a vigilar a sus mujeres,
a preñarlas de silencio,
a violar sus derechos,
a rezar a un dios picapedrero.
Después, cada uno a su sitio,
haciendo la vista gorda
con sus pecados y vicios.

Lapidaciones, castigos corporales consistentes en amputación de manos o flagelación, civiles ejecutados extrajudicialmente por el ejercito, tortura policial, grupos parapoliciales operativos, detenciones ilegales, desapariciones. Y Nigeria es el mayor productor de petróleo de Africa...
Son hombres azules,
pertenecen a la arena, al viento,
pertenecen al desierto,
pero mueren de hambre y sed.
* * *
El azar hizo un mal reparto
sepultando bajo su tierra
mucha riqueza,
mucha impunidad,
mucha codicia,
mucha mezquindad.
* * *
Cuerpos desnutridos
se arrastran sobre la arena color índigo.
Dios deja huellas secas
y se aleja.
En aquel yermo suelo
nadie protege el vientre de los deseos.
* * *
Se saben huérfanos y visitan, por esto, la rebeldía,
teñidos como hace siglos,
dispuestos a aprender luchando,
dispuestos a morir matando
dispuestos a proteger sus riquezas
que hasta ayer eran sólo aire, papel, piedra.
* * *
Porque son hombres azules
que mueren de sed a orillas de un río,
que mueren de hambre mirando comer,
que mueren de pobreza
mientras les arrancan fortunas bajo los pies.
Porque mueren de pena, los hombres azules,
Recorriendo el desierto,
quizá, por última vez.

En Níger, los tuaregs, llamados hombres azules por el color que desprenden sus turbantes teñidos con índigo, siguen muriendo de hambre y sed a sólo algunos kilómetros de las fábricas que explotan el uranio de sus tierras.
Llueve.
La humedad macera la tierra.
El sepulcro, al descubierto,
exhibe cientos de cuerpos.
Llueve.
La fosa vomita esqueletos
sin dueño ni familia.
Todo el río es testigo.
Llueve.
Desfilan en remolinos.
No callan.
Ni mienten.
Ni absuelven.
Llueve.
El silencio se ahoga entre tantos gritos.
El diluvio saca a flote la inmundicia.
Llueve.
El dedo fértil del destino
salva nombres y apellidos
para que no mueran ahogados
en el pantanal de los siglos.
Llueve.
La lluvia señala tumbas.
La lluvia dirige plegarias sin rumbo fijo.
La lluvia tuerce el tobillo al olvido.
La lluvia señala con su hedor
ausencias homicidas.
La lluvia denuncia a destiempo,
la muerte de cientos de víctimas.

En el distrito de Mbanza- Ndounga, Congo, hay tumbas colectivas. Las denuncias señalan que al menos 80 personas fueron muertas y sus cuerpos ubicados en una pila en ese lugar. En el camino de Dimba, detrás de una oficina fueron asesinadas decenas de personas y sus cuerpos dejados en zanjas cavadas para el drenaje de la lluvia.
El hecho de que el césped crezca ahí prueba que no mucha gente atraviesa esos lugares, antes muy concurridos y cuando llueve, emana del suelo un olor nauseabundo procedente de la descomposición de materia orgánica. En estas ocasiones es posible ver huesos humanos arrastrados por el agua.
¿Dónde estarán mis manos?
– Me las cortaron con un machete,
sobre una piedra, de un solo tajo.
– Me las cortaron porque con ellas
sembraba arroz en el campo.
– Me las cortaron porque el mejor ejemplo
es un cuerpo mutilado.
– Me las cortaron porque no hay dioses
en estos pagos,
ni orden
ni clemencia.
– Me las cortaron porque con ellas
ganaba el jornal de la decencia...
Porque era un campesino con ética...
...me las cortaron.
Porque araba con ellas conciencias...
...me las cortaron.
Porque sembraba insurgencia...
...me las cortaron.
Porque arrancaba obediencias...
...me las cortaron.
Porque recolectaba utopías frescas...
...me las cortaron.
Ahora uso mis dedos mancos
para señalar
dónde enterraron
otros miembros
cercenados.
Me las cortaron.
Aún hoy las sigo buscando.

Centenares de víctimas, - colegiales, amas de casa, campesinos, comerciantes, reciben atención hospitalaria víctimas de terribles amputaciones o intentos de amputación, heridas de bala y machetazos. A muchos les han cortado los brazos, los pies o las orejas. Las víctimas han contado que a las mujeres y a los niños los rodeaban y los encerraban en casas que luego incendiaban. Las mujeres han sido violadas y han sufrido otras formas de agresión sexual. Según informes de Amnistía Internacional a los hombres que se negaban a violar a miembros de su propia familia les cortaban los brazos a machetazos.
Pequeñas sombras
reptan entre delirios
buscando a otros niños
sin saber siquiera
quiénes son, exactamente, sus enemigos.
* * *
Cargan fusiles
y matan para seguir latiendo.
La violencia es un juego
donde se muere.
La violencia es un cíclope ciego,
la violencia exhibe su orgasmo
al pisotear cadáveres tiernos,
la violencia persigue
el éxtasis
de cuerdos y perturbados,
la violencia pasa revista,
soldados de talla menor
obedecen órdenes:
“fuego a discreción,
o mueres tú
o muero yo.”
Diminutos mercenarios,
habitantes del horror
marchan a la guerra
con armas de madera
y plomo en lugar de corazón.
Niños robados mueren en combate
mientras la violencia babea con deleite
y dios no es mucho más que un hombre corriente
un salmo olvidado, un predicador sin voz.

En Uganda algunos reclutas tienen tan solo ocho años y son enlistados por la fuerza, durante los ataques a los pueblos. Los niños son tratados con brutalidad y obligados a cometer atrocidades contra sus compañeros e incluso contra sus hermanos. Los que tratan de escapar son asesinados.
Para quienes viven en constante miedo, la violencia se convierte en un modo de vida...
Se han muerto de hambre
mientras recogían café,
mientras alimentaban el ganado,
mientras molían el trigo,
mientras vendían miel.
Se han muerto de hambre
porque son jornaleros,
porque no tienen huerto,
porque no les alcanza el dinero,
porque no ponen ellos el precio de los alimentos,
porque viven en el infierno.
Se han muerto
para que nos ahoguen los desperdicios,
para que la gula sea virtud y no vicio,
para que la digestión pague sus tributos,
para que los bien nutridos obtengan beneficios.
Se han muerto
de muerte anónima,
de muerte silenciosa,
de muerte predecible,
de muerte estratégica,
de muerte oportuna,
de muerte convenida.
Se están muriendo
Ayer y hoy.
Antes y ahora mismo.
Se mueren de hambre
triturando la hiel de la codicia
con colmillos de furia,
con colmillos de injusticia.

Millones de consumidores ricos del primer mundo fallecen por enfermedades relacionadas con la riqueza (enfermedades coronarias, infartos, diabetes y cáncer) provocadas porque se atiborran de ternera y otras carnes ricas en grasa alimentadas a base de cereales, mientras que en el tercer mundo la gente muere de enfermedades provocadas por la pobreza al negársele el acceso a la tierra para cultivar cereales con los que alimentar a sus familias...
Tenía las manos frías
y un temblor obsceno
recorría todo mi cuerpo.
* * *
Me agarró los brazos,
levantó el vestido,
separó las piernas,
mostró mi sexo,
sonrió cuando la piedra
cercenó mi infancia,
sonrió al ver mi vulva
sobre el suelo,
sonrió por el trabajo bien hecho,
por el posterior festejo.
* * *
Ni una sola mujer completa en la aldea,
ni una sola que se apiade de mi niñez
repudiando la ceremonia.
Atentas a la mutilación
participaron en el horror
de castrarme el placer
condenándome para siempre
al dolor en las cópulas...
Y después,
mucho después,
olvidé como solo olvidan ciertas víctimas
separando con firmeza las piernas
de mis hermanas,
de mis sobrinas,
de mis hijas,
de mis nietas.

Ninguna religión obliga a la práctica de la mutilación. Es una tradición para preservar la virginidad, garantizar la posibilidad de contraer matrimonio y controlar la sexualidad.
Normalmente se practica a niñas de entre 4 y 12 años y además del temor y dolor inmediato, las consecuencias incluyen prolongadas pérdidas de sangre, infecciones, esterilidad y muerte. La variante más grave en la que se extirpan todos los órganos sexuales externos, el trauma de volver a cortarlos se repite con cada nacimiento para dejar paso al bebé...
Los traficantes atraviesan el zoco
mientras hombrecitos imberbes
juegan a las cuentas.
* * *
Buscan a la serpiente que custodia las piedras,
Traen, para ella, generosas ofertas.
El trueque es diamantes por sangre.
El trueque es armas viejas por masacre.
* * *
Los niños juegan con abalorios brillantes
en la plaza del intercambio
sin saber que se va a hacer leña
de su país caído.
* * *
Cambian, los mercaderes,
cristales por guerra,
cambian riqueza por pelea,
ríen, traficantes y culebras,
golpean, fornican y de todo se adueñan.
* * *
Ebrios de violencia, cantan,
ebrios de riqueza,
esputan la esperanza.
* * *
No hay solución
o sólo hay una
guardar las piedras bajo llave,
arrojarlas a un volcán,
enterrarlas, triturarlas,
convertirlas en polvo que se lleva
el mal aliento o el aire
o desacreditar, finalmente
el valor de los diamantes
anunciando que cada piedra lleva
el presagio de la pobreza.

La venta de diamantes permite financiar la compra de armas con las que mantener vivo el conflicto en Angola. Los consumidores en Europa, Asia y América desconocen generalmente que los beneficios obtenidos por la minería del diamante son utilizados por los señores de la guerra africanos o no para perpetuarla infinitamente...
La pobreza infecta
mientras la usura gobierna.
* * *
No hay dinero para pan,
no hay dinero para escuelas,
no hay dinero para detener la epidemia.
No hay dinero,
debemos pagar la deuda
a prestamistas de patrias ajenas.
Debemos pagar la deuda
adquirida por próceres encarcelados.
Debemos pagar una deuda que no es nuestra
mientras el continente fenece.
Debemos pagar la deuda
con diamantes, oro y muerte
aunque los cadáveres se agolpen,
aunque los enfermos protesten.
Debemos pagar la deuda
domingo, martes o jueves
El gobierno firma cheques en blanco
a los boticarios
mientras niños, mujeres y hombres desaparecen.
Nunca la vida tuvo un valor tan rebajado.
Se mueren de pobreza.
Se muere porque la piedad
cotiza demasiado caro.
Y una se muere
a ratitos,
de a poquitos
sin haber podido mitigar
uno sólo de sus jodidos calvarios.

El mapa del sida coincide con el mapa de la pobreza. Pero cambiar este mapa no es fácil. Estos estados no sólo carecen de sistemas educativos y sanitarios adecuados contra la enfermedad sino que además muchos de ellos están aplastados por el enorme peso de la deuda externa. Deuda, por cierto, pagada una y mil veces y que siempre hay que volver a pagar.
Sudáfrica es hoy uno de los piases más afectados por la pandemia...

ASIA

“A mi madre por su risa memorable”

Apareces desnuda y sin limosnero.
No eres un sueño, no eres un invento.
Arrastras tus andrajos, tus caries, tus piojos
y sigues silenciosa en el cortejo.
Los remiendos son internos,
la podredumbre copula en tus huesos,
dejas, a tu paso,
el recuerdo del saqueo.
Hermosa y acaudalada antes,
hoy exquisito manjar de rufianes;
tu cuerpo es un retal a varios retales añadido,
tu cuerpo presta su pubis enfermo
para que sobre él repartan
armas, droga, oro negro.
Asia, el aire no te alcanza,
las rótulas, deformes, se cansan,
ni sonríes, ni hablas,
sólo recoges llanto en un cáliz de nácar.
Dinos, Asia,
¿qué harás con tanto crimen?,
¿con tanta persona descalza?,
¿qué harás sin venganza?,
¿qué harás con tu canto?,
¿con tu sediento canto?,
¿con tu sordo canto?.
Dinos, Asia,
¿qué harás después de este horror
si ni siquiera tienes voz
para tararear tu desgracia?
Está el pueblo clavado en una cruz,
un muro atraviesa su costado,
la corona abre heridas,
los clavos son muy largos.
Sujeta queda la derecha mano,
mientras la izquierda simplemente tiembla.
Está el pueblo clavado en una cruz,
en el templo comen cordero,
la noche viene lenta
para los canteros
que trabajan a destajo
ebrios de vinagre o hiel.
Está el pueblo clavado en una cruz,
un muro lo atraviesa de lado a lado,
nadie cuidará los olivares viejos
sin doler el mismo costado
sin acatar al dios de los asnos.
Está el pueblo clavado en una cruz.
A todos los pueblos les duele el mismo costado,
a todos les sangra la insistente herida,
a todos crucifican en nombre de no sé qué espantos,
a todos desangran clavados en cruces propiedad de falsos beatos.
Van de Herodes a Pilatos,
matan inocentes y se lavan las manos
El pueblo continúa clavado en la cruz
con sus rodillas dobladas
mientras el muro que lo parte crece
como crece el odio
y crece
y crece.

La construcción del muro del apartheid entre Cisjordania e Israel, a parte de ser una desfachatez estética, tiene gravísimas consecuencias humanas. En su primera fase cerca de un 2% del territorio de Cisjordania ha sido confiscado, 16 poblaciones han quedado aisladas, 238 Km cuadrados de tierras agrícolas han quedado separadas de sus propietarios, una cincuentena de pozos de agua se sitúan en la parte occidental del muro, miles de olivos y árboles frutales han sido arrancados y su madera adquirida ilegalmente por empresarios israelíes...
En definitiva con la construcción de este muro pretende anexionarse una parte muy importante de territorio, la confiscación de recursos necesarios para la supervivencia y la concentración en ghetos de la población palestina.
Nadie canta baladas en tierra seca.
La muerte acerca su campana
y los que están en casa
escuchan sin deleite
nombre, lugar y fecha.
Nadie canta baladas en tierra seca
porque la muerte pasea su desgracia impenitente
y no hay tiempo de niñez
ni de adolescencias.
Se nace siendo viejo.
La muerte tiene allí su púlpito celeste
y en su homilía triste
dicta epitafios,
ordena cavar fosas,
señala a todos los presentes
y se cree profeta
porque sabe que van a morir...
...de pobreza.
La muerte hace bien su oficio
en tierras demasiado secas
y toca el hombro antes
de que brote el pelo cano
y es feliz con su túnica,
con su sexo candado,
con sus dientes largos.
Es feliz, maldita sea,
jugando a los dados
con niños, mujeres y hombres.
No existen en tierra seca los ancianos.

Desde hace siglos la situación geográfica y las riquezas de su subsuelo han convertido a Afganistán en una tierra codiciada por muchos.
Afganistán es uno de los principales productores de opio del mundo. Posee carbón e inmensas reservas aún no explotadas de gas natural. Es, además, la tierra de paso para el transporte de petróleo extraído del Golfo Pérsico.
A pesar de esto hoy Afganistán es uno de los países más pobres del planeta. La esperanza de vida no alcanza los 45 años y su nivel de analfabetismo supera el 70%.
Los escribanos anotan
sobre la piel del mundo
el silencio de los latidos,
numeran cántaros de sangre,
miden huesos.
cuentan ganancias con los dedos.
Sobre la piel del mundo
los escribanos nunca detienen su trabajo,
los muertos, son mejores muertos
si son huecos,
los muertos, son mejores muertos,
si no están completos...
Por eso, los escribanos, se afanan
con el inventario,
corazón, riñón,
hígado,
páncreas, pulmón,
intestino, córneas...
Todo queda registrado,
catalogado,
etiquetado
y los seres humano, perforados.
Sobre la piel del mundo
se codician vísceras.
Y dios,
cualquier dios,
cualquiera de los dioses inventados,
sin estremecerse
mira hacia otro lado.

El precio de un riñón en los portales chinos de Internet varía entre los 6 y 10 millones de pesetas. Se ofrecen también córneas, pulmones, hígados...
La principal sospecha reside en que algunos de los órganos subastados son vitales y sólo pueden ser extraídos de una persona clínicamente muerta. La oferta de partes del cuerpo sobre cuya disposición es imposible hacer previsiones (los hospitales no pueden saber cuándo llegará el donante)- ha reforzado el convencimiento de que en realidad se están utilizando órganos de reclusos condenados a muerte.
Nacieron de rodillas,
en aquella región
donde llueven desde siempre injusticias.
Tantos enfermos inocentes,
tantos inocentes muertos
tantos inocentes vomitando
muertes azules y amarillas.
En aquella región
donde soplan vientos de codicia,
nacieron de rodillas.
El sueño fue demasiado largo,
demasiado azules los cuerpos,
demasiados cielos,
demasiados... silencios.
Nacieron de rodillas
en aquella región
de dioses trágicos
y despertaron dueños
del horror y del fracaso,
propietarios de desiertos huecos,
despertaron de rodillas
y hoy continúan
heroicamente inclinados
mientras, desde lejos,
erguidos, los patriarcas,
borran nombres y apellidos.
En aquella región
de agrias realidades
nacieron de rodillas
y eso es todo.

Más de 7000 personas murieron en cuestión de días al producirse un escape de gas en una planta química de Bhopal, India, la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984.
A lo largo de los últimos 20 años, la exposición a los compuestos químicos ha provocado la muerte de otras 15000 personas y miles más sufren enfermedades debilitantes para las cuales no se ha encontrado un tratamiento eficaz.
20 años después los supervivientes siguen esperando una reparación justa, asistencia médica y tratamientos adecuados y una total rehabilitación social y económica.
El caso de Bhopal es un ejemplo de cómo las empresas eluden sus responsabilidades en materia de derechos humanos.
Padre,
déjeme ir a la escuela,
con el pelo corto
o velo y libro santo.
Padre,
guardaré silencio,
no miraré a los ojos,
esconderé mis pechos,
ignoraré mis deseos.
Padre,
déjeme ir a la escuela,
no me exilie en el bordado,
ni en el fogón,
ni en el cuarto de partos.
Deje, entre mis manos,
algo más que hilo,
harina,
déjeme libros,
palabras,
canciones,
silabarios.
Padre, deje que vaya a la escuela
a escuchar batallas,
a trabajar las letras,
a dibujar sumas y restas,
a leer historias de amores y de guerras.
Padre,
deje que vaya a la escuela
para aprender lo mismo
que mis hermanos hombres.

Las mujeres saudíes no pueden votar, ni viajar sin autorización del marido o tutor masculino. No pueden conducir vehículos ni trabajar en la mayoría de las dependencias del estado y aunque obtengan empleo en el sector privado, lo usual es que se las ubique en un espacio público separado del destinado a los hombres.
Desapareció entre fríos uniformes.
La calle está oscura,
el miedo no alumbra.
Ventanas y puertas escuchan.
Calla la memoria.
Duerme y calla.
Desapareció su joven mirada.
Nadie grita.
Nadie habla.
Sólo tiemblan.
Sólo se espantan.
La madre gime entre almohadas.
El padre calma su rabia
mientras desaparece
sin preguntas,
bien callada.
La calle queda vacía,
hueca, sin palabras de esperanza.
La calle queda sin habla,
sólo con la mudez de la infamia.
Desapareció entre fríos uniformes,
todo está en calma,
el cuerpo desnudo
reposa en una zanja.
Alguien lo reclama,
el miedo ya no amordaza.
La madre lava su cuerpo
mientras canta
y nadie la acompaña.

La tortura y los malos tratos son rutinarios en las comisarias. Durante el conflicto de Chechenia, las fuerzas rusas han llevado a cabo ataques contra los civiles y cometido “desapariciones”, ejecuciones extrajudiciales, violaciones y otros actos de tortura, todo ello sin temor a castigo alguno.
Desde 1999, han desaparecido centenares de personas detenidas por las fuerzas rusas. Rara vez se hace rendir cuenta a los responsables. Kheda, de 18 años fue secuestrada y asesinada por un coronel del ejército ruso en Chechenia, en marzo del 2000...
Amanece.
La pobreza con sus mil piernas
atraviesa fronteras.
Un ojo multiplicado
parpadea,
mira hacia otro lado.
Crujen los huesos de infinitas manos.
Crujen trabajando
en un país
que ayer era su patria
y hoy es su cadalso.
Amanece,
El hambre y la sed
arrastran su lengua de esparto.
Huellas anónimas saltan la barrera,
dedos baratos,
constantes lametazos.
Trabajan en cunetas,
en prostíbulos,
en arroyos,
en el campo.
Trabajan porque el hambre y la sed
hablan un lenguaje claro.
Y al anochecer,
con sus mil piernas
y sus infinitas manos
regresan a dormir
el sueño terrible
de los desahuciados.

Al amanecer cientos de birmanos pobres cruzan la frontera de Tailandia buscando trabajo. Los oficiales de la frontera miran hacia otro lado porque la mano de obra ilegal es mucho más barata. Ganan un euro y medio al día. 400 transnacionales operan en Birmania.
Sin mácula.
Prisión en la prisión
de paredes blancas.
Muerte en la vida aprehendida.
Silenciosa pena capital.
Míseros ejecutores con escapularios.
Los pensamientos encabritados,
los sentimientos narcotizados
y los dueños de esta porción del mundo
celebrando su fanática gloria.
Mejor, un tiro de gracia,
mejor, la muerte de picana,
mejor esa muerte
que ver el cadáver del amor
y de las batallas.
Olvidados en el sepulcral dormitorio
tararean mientras
se corroen las ganas.
Presos.
Presos inconvenientes.
Presos fieros.
Presos ejemplares,
Mártires....y presos.
No será preciso ejecutarlos,
derrochar balas,
inyecciones letales
o tribunales.
Bastará con que lleguen a mañana blancos,
rematadamente blancos,
invisiblemente domesticados.

La prisión de tipo F turca se basa en el concepto carcelero de aislamiento del prisionero político, es decir que la detención del prisionero es diseñada de forma individual. El prisionero esta en una celda individual 2 X 3, los cuatro muros son blancos, a veces con una minúscula ventana en lo alto. Una cama, una mesa y una silla. Ni libros ni música. La comida es pasada a través de una trampa. Hay un silencio agobiante. Imposibilidad de hablar con otros, supresión o limitación de visitas, censura.
Llamada tortura blanca o muerte blanca. Es una forma futurista de pena capital, donde se logra torturar y asesinar lo mental del individuo conduciéndolo a la muerte por miseria psíquica.
Son demasiados para tener quien les nombre.
Son criaturas en un país alejado de la ternura.
Son mendigos extraños a los afectos.
Son los renglones torcidos que dios no quiso
Son príncipes con grilletes en los tobillos.
Son niños.
Sólo niños.
Nada más que niños.
¿Son niños?
Nunca fueron ladrones ni corsarios,
ni piratas ni bandidos,
ni héroes ni villanos,
ni valientes ni temerarios,
ni saltimbanquis, domadores ni payasos.
Nunca fueron niños,
la infancia es otro cuento.
Su juego es sobrevivir,
su juego es la esclavitud
su juego son los golpes,
los abusos,
la tortura,
la cárcel,
el olvido.
El único juego
de cualquier niño del mundo
debería ser la risa, por ejemplo,
por ejemplo, el canto
y no este macabro divertimento
donde los niños son cadáveres
antes de tiempo.

En Paquistán, los niños, con apenas siete años pueden ser condenados a muerte o encerrados en cárceles rodeados de adultos. Los más afortunados son obligados a vivir el resto de su vida en centros donde duermen en el suelo, sólo pueden salir al patio durante una hora al día y son sedados para que no molesten.
En febrero de 1998 había alrededor de 2700 menores privados de libertad sólo en la provincia de Punyab.
Cinco recaudadores de tributos negros
repican campanas.
Los zapatos se amontonan en el cementerio,
las palabras no guardan respetuoso silencio.
El pueblo no calla.
No callan sus muertos.
El pueblo no calla.
A través de los siglos
camina entre espasmos.
El pueblo no calla,
ante dos,
ante tres
ni ante cinco.
El pueblo no calla.
Desconoce el olvido
y en el frío hueco
de las frías manos
de los mancebos tristes
de los cinco estados
pondrá el pueblo la memoria
con todos sus harapos.
Y entonces, si,
entonces, al fin,
descansarán sin furia
los parias descalzos,
los parias callados,
los parias lejanos,
los parias blasfemos,
los parias ultrajados,
los parias repartidos en cinco pedazos.

El tratado de Laussane, posterior a la primera guerra mundial colocó a los kurdos en la situación en la que se encuentran actualmente, Kurdistán dividido en diferentes soberanías: Turquía, Irak, Irán, Siria y la antigua URSS. La zona conocida como Kurdistán esta situada en un macizo montañoso. Del territorio kurdo en Turquía se extrae todo el petróleo nacional. Del Kurdistán iraquí, el 74%, en Irán el 20% y de Siria la totalidad del petróleo nacional.
Son en total 30 millones de personas, más de 20 millones viven en el Kurdistán.
Son, el tercer pueblo del mundo sin estado.

OCEANÍA

“A Alfon, Joan y Aida, aunque a veces,
entre nosotros, las palabras falten”


Abrasa el viento en las islas,
encoge la tierra,
el mar, reconquista.
Las antípodas, hoy,
necesitan acercarnos sus dolores,
sus nada exóticos clamores.
Avanza, pues, el agua salobre.
Con su lengua ataca,
espera en la retaguardia
afilando su nombre y su apellido
el que mercadea con genes
para patentar la vida.
Como en un collar de cuentas roto,
las perlas van a la deriva
y desde aquí, indiferentes,
observamos la tierra
apoyando los codos en ella
como si nada ocurriera.
Gira el mundo,
gira y gira,
se terminan los recursos,
desaparecen bajo olas colosales
y allá lejos,
lejos hasta para los navegantes,
escriben mensajes de socorro los niños
y allá lejos,
lejos hasta para el aire,
resisten las embestidas
de dioses
traficantes y emperatrices.
Y después qué.
Abandonados quedarán los campos,
las minas, como nueces huecas,
los ríos, ebrios de cianuro.
Nada brillará.
Sólo el oro ciego
en lejanos dedos.
Nada brillará.
Ni una sola pupila
entre millones de ojos negros.
Nada brillará
en el agua turbia,
sólo el fulgor del veneno.
Y después qué...
Después de arruinar el campo,
las minas
los ríos
los pueblos,
se marcharán los mercaderes ambulantes
a comprar y a vender a otros lugares
más oro ciego.
Y quedarán muy pocos en pie
recogiendo con furia,
los despojos de sus recuerdos.
Y quedarán,
después del expolio, exhaustos.
Y quedarán,
después del saqueo,
mucho más pobres
todos los pueblos.

Esta es la historia de una mina que nunca debió ser permitida. En vez de retener o guardar sus desechos tóxicos, la compañía minera decidió botarlos directamente en el río OK TEDI, en Papúa Nueva Guinea. Anualmente la mina tira decenas de millones de desperdicios tóxicos y desechos.
Esta mina ha destruido parte del río y dos mil kilómetros cuadrados de bosque tropical, suponiendo esto, además, una seria amenaza para la supervivencia de los pueblos indígenas.
Sintió sangre
recorriendo sus ingles
por primera vez.
Pero no se sintió,
por esto,
más mujer.
Le dolían los pechos,
le dolía el sexo,
le dolían los brazos,
le dolía la voz,
le dolían los juegos,
los sueños.
le dolía ser hembra,
le dolían los recuerdos,
el ruido de los pasos de hierro,
la mirada feroz,
las botellas contra el suelo,
el sorteo,
las babas,
los miembros,
los mordiscos,
los desgarros,
los insultos.
Le dolía,
a sus once años,
el aliento.
En medio de aquel delirio,
dió su niñez por terminada,
desnucó todos los sueños
y se sentó a esperar alguna lágrima.

Cientos de casos de violación, tortura y otros actos de violencia cometidos en las Islas Salomón siguen sin resolverse porque la víctima teme por su seguridad si denuncia a la policía. El conflicto armado duró cinco años. Por ejemplo de 55 mujeres habitantes de la zona Weatharcost, 19 habían sido violadas, 13 de ellas eran adolescentes, la más joven tenía 11 años...
La riqueza,
casi siempre,
soborna a los inquilinos del reino
exigiéndoles silencio.
* * *
La riqueza,
casi siempre,
idea tributos,
cobra impuestos,
exige diezmos...
pero a veces,
la miseria,
harta de desnutrirse,
harta de rumiar en voz baja
sus lamentos,
decide clavar hambre y quejas
en las paredes de la indiferencia
y con el gesto honroso
de su protesta
proclama el fin definitivo
de la afonía impuesta.
* * *
La orden es clara:
encadenar la voz,
encarcelar la palabra.
La orden es clara,
silencio.
Sólo silencio.
Silencio en el reino.
Silencio.
La riqueza exige respeto,
Escúchala
y sobre todo, calla.

En Samoa Occidental dos líderes populares fueron procesados por participar en manifestaciones pacíficas celebradas para criticar los impuestos al consumo introducidos. Fue sobreseída la causa por falta de pruebas.
Los muros arden,
mis huesos abrasan la carne,
fuera, el sol, añora los días de lluvia,
dentro, humean rescoldos de muchas vidas.
El río abrasa,
abrasa el viento,
abrasa el horror,
ahoga el humo
con aroma
a muerto.
* * *
En el mar,
lejos, rezan los náufragos,
el agua, en calma,
huyen los peces.
En el mar
rezan los supervivientes,
cuentan cadáveres.
* * *
El cielo se cansa,
sólo recibe silencio,
ni un grito,
sólo el sonido de la piel incinerándose,
no hay donde refugiarse,
no hay donde sanarse,
huyen hacia delante,
van solos,
sin dioses ni comandantes,
van solos.
Es el éxodo
hacia ninguna parte.
Llevan dentro el rumor
de que nadie va a salvarse...

El 13 de junio de 1995, Francia anunció que iba a llevar a cabo una serie de ensayos nucleares subterráneos en los atolones de Mururoa y Fangatanfa en el Pacífico Sur. Se llevaron a cabo seis ensayos nucleares subterráneos entre el 5 de septiembre de 1995 y principios de 1996. Las radiaciones tienen efectos directos en la salud de la población de la zona: cáncer, leucemia, riesgo de problemas genéticos, contaminación de la cadena alimentaria, etc, etc, etc...
Sobre las ruinas de mi pueblo
el mar escupe sal,
va quemando el alimento,
va engullendo pedacitos de suelo
y con sus colmillos ardientes
destroza la vanidad de una aldea
que se pensó eterna.
* * *
Sólo el mar.
Sólo él avanza.
Sin rugidos, ni amenazas.
Sólo con su lengua salobre
deja, por donde pasa,
yermo el pan y el presente.
No hay manos suficientes
para amurallar el abismo,
no hay aliento suficiente
para templar el fuego
donde arden los deseos.
No hay dónde huir.
No hay cómo huir
llevándolo todo a cuestas.
Es el éxodo de la hoguera.
Otro pueblo sin tierra.
Otro pueblo vagando
con sus muertos y sus lágrimas,
sus amuletos y sus cantares,
sus verbenas y sus peleas.
Otro pueblo disperso
bajo el sol
que abrasó su bandera.

El cambio climático y el ascenso del nivel del mar son amenazas graves para los pueblos. Los efectos sobre la seguridad alimentaria y el abastecimiento de agua potable ya se están sintiendo. La potencial desaparición de Tuvalu en las próximas décadas cuestiona el valor que da el mundo al derecho de existir. ¿Adónde irán los refugiados climáticos de esta isla?
Náufragos repudiados
sobreviven en medio del mar.
Cuentan cicatrices
mientras esperan el salvoconducto
que les permita trabajar.
Nada que perder
migajas por ganar.
Aguardan, a la deriva,
masticando piojos,
bebiendo orina..
Son parias ofreciendo
sus vidas.
Pero aún así,
ni por sus jóvenes dedos,
ni por sus vírgenes sexos,
ni por sus niños sanos
autorizan el visado
que les permita besar tierra firme.
Envejecerán mirándose las manos,
envejecerán si son afortunados,
envejecerán si les rompen los candados
o morirán,
simplemente, observando la orilla
y los sembrados.
No muy lejos,
los funcionarios se niegan a redactar
permisos de entrada
hasta que los supervivientes
pierden la calma
y se arrojan, moribundos, al agua.

El portacontenedores noruego Tampa, después de acoger 460 náufragos afganos, filipinos y srilankeses planeaba hacer escala en Australia para dejarlos allí pero el gobierno australiano, amparado en el argumento de que ello crearía precedente ordenó que siguiera la ruta, incluso impidió a Cruz Roja subir a bordo para atender a los refugiados.
Nadie quiere sanar piedras.
Nadie quiere comer arena.
Nadie quiere otros dueños
en sus tierras.
Nadie quiere caudillos,
ni soldados escupiendo por las calles.
Nadie quiere decretos,
ni arbitrariedad en las leyes.
Nadie quiere.
Nadie quiere motines militares,
miedo a raudales,
coléricos generales,
nadie quiere torturadores en los bailes,
ni en las escuelas, domadores,
nadie quiere.
Pero, golpe a golpe,
incubaron la desgracia.
Sobre la espalda del pobre
repartieron las ganancias
y golpe a golpe
consiguieron que nadie les llevara la contraria.
O te callas,
o te callas.
Y nadie habla desde la sepultura
y nadie habla después de la tortura
y nadie habla si peligra
el pan o la familia
y nadie habla.
Silencio en los cuarteles.
Nadie habla.

En los meses que sucedieron al golpe de estado de las islas Fiyi (mayo 2000), golpe de estado que derrocó al gobierno democráticamente elegido, al menos 15personas perdieron la vida y miles de civiles fueron desplazados. Más de 1500 personas fueron detenidas por violencia oportunista o racista pero la mayoría fueron puestas en libertad.
Con sus inquietos dedos:
pulgar, corazón e índice,
firma, desvirga o designa.
Es rey o mercader,
es rey o ministro,
es rey o fulano,
es rey o periodista
de pluma sin hombría
de plumón o de plumilla.
Su majestad no desea oposición
y por eso ordena la detención
de tres comentaristas.
A la cárcel por mirarle los calzones,
a la cárcel por hablar de él sin temores,
a la cárcel por rebelarse a sus ordenes,
a la cárcel sin lápiz ni cuartillas
sin defensa, sin justicia.
Los jueces son sus sobrinos,
los carceleros, sus primos.
El rey déspota piensa
que tendrá sueños tranquilos
porque los disidentes
no difunden ahora informaciones.
No imagina el reyezuelo
que tiemblan los tronos del mundo entero,
que los cetros hay que conseguirlos
y que el respeto puede lograrlo una corona de espino.
No imagina el reyezuelo
que con sangre azul se esta escribiendo el final
de tanto cacique de largos dedos.

En Tonga está la última monarquía de Oceanía. El rey elige a los jueces de la Suprema Corte y en el país no existen los partidos políticos. La monarquía de Tonga ha maltratado la libertad de expresión. El rey modificó la constitución para prohibir definitivamente el único semanario independiente.
La génesis del conflicto
es simplemente
el latrocinio,
el saqueo de los recursos,
el bárbaro atrevimiento de los extranjeros,
el fraude,
el descaro,
la indecente adoración del dinero.
* * *
La génesis del conflicto
es que existe el paraíso,
que la tierra, allá, fue dadivosa,
rica en peces,
rica en minas.
* * *
La génesis del conflicto
es que hubo quien dijo:
la tierra se seca,
mis hijos no la tendrán en herencia.
* * *
La génesis del conflicto
es que la codicia exhibe su impúdica malicia
mientras devora las vísceras de la isla.
La génesis del conflicto
es, precisamente,
que se terminó el silencio
y que hubo quien se armó de valor,
de disparos y de caricias.
* * *
La génesis,
el origen real del conflicto,
es el mismo de otros sitios,
ambición
versus justicia.

1988- una guerra de 6 años empezó entre el ejército de Papúa Nueva Guinea y los indígenas pangunas. La causa: el gobierno de Papua Nueva Guinea y RTZ-CRA se negaron a considerar compensación por la devastación (ambiental, social, cultural, económica) causada por la extracción de cobre de una mina en Bougainville.
Sobre las ruinas del mar
el viento se golpea el pecho,
recorre, perturbado, la orilla,
tropieza con desechos,
cae una y otra vez.
* * *
Viene del norte, sin hijos,
viene del norte, desnudo de pan.
* * *
Sobre las ruinas del mar
la noche, como siempre,
se acerca con ojos vendados,
ciega, esparce semillas que centellean sin rechistar,
de sus cuencas vacías gotean lágrimas de pena y soledad,
de sus dedos negros cuelgan escamas, branquias y sal,
de sus pechos, de sus pezones oscuros, beben los náufragos borrachos
y en su vientre cerrado se sumerge babeante el presente y el futuro.
* * *
Sobre las ruinas del mar,
las sirenas enmudecen
porque no hay marinos intrépidos para conquistar,
recostadas sobre guano humano
languidecen desde hace siglos.
* * *
Se agotan los sueños,
se opacan sus escamas
y no cantan.
* * *
Sobre las ruinas del mar
nada es todo lo que existe...
ni el viento se reconoce en su espejo,
ni la noche agita su manto,
ni las sirenas entonan viejos salmos.
* * *
El mar ya no puede esconder su cólera
y de las ruinas resurge con equivocada brutalidad.

Nauru, Pacífico, tiene una línea costera verde azulada, no por el color del mar, sino por los montículos de latas de cerveza vacías que han desfigurado sus playas...

AMÉRICA

“A Cristina, guardiana de silencios y palabras”

Tu geografía no conoce el letargo,
tu historia no sabe más que de guerras, de inquinas
pero sobre tu piel fecunda de aromas y luchas
vas tatuando poco a poco,
siglo a siglo, la justicia.
Desheredados, tus hijos,
desterrados, no claudican.
No ceden a los besos extranjeros,
Por eso zarandean tu cuerpo,
desenvainan la palabra,
la espada,
agitan la esperanza,
sacuden piojos, caries, heces, rabia...
Vinieron a arrancarte pedacitos,
a pisotear tu pubis,
a succionar toda tu sangre,
vinieron cabalgando con espejos
con su cruz de miedo.
Hoy, son otros sus cristales,
otros son sus temores
pero continúan viniendo...
Y aunque tu piel envejece marcada,
cada vez más empobrecida,
cada vez más baldía,
cada vez más endeudada,
Tu fuerza de mujer guerrera
(pese a dioses
y acreedores,
pese a quien pese)
fluye indómita por todas tus venas.
La bestia babea con deleite,
camina revisando su desastre,
aferrados a sus calzones,
temiendo caerse y ser pisoteados
rezan oscuros nigromantes.
La bestia tiene herida la voz y las ideas,
no sabe lamerse los ultrajes,
prefiere ser caníbal y alimentarse de su sangre,
prefiere masticar su propia carne
antes que reconocer que tiene hambre.
La bestia llega a todas partes,
destroza con sus caries
el pan, la tierra, el aire,
destroza, de los otros, el futuro
y de sí mismo,
devora el presente.
La bestia no llora
ni amamanta a sus hijos,
ni los despioja,
ni los acaricia.
La bestia aborrece
a quien le exige pan, techo o abrigo.
La bestia se sacude
los proyectos milagrosos,
aparta a manotazos
a aquellos que se atreven
a robarle los cántaros o el grano.
La bestia es peor bestia,
si cabe,
para sus padres, hijos y hermanos.

– Cerca de 31 millones de estadounidenses no saben de dónde va a salir su próxima comida.
– 15.6% carece de seguro médico.
– 18000 personas mueren cada año porque no tuvieron atención médica o muertos de frío...
– 8´2 millones de parados.
– 13% personas sin hogar.
Etc, etc, etc...
Las ruedas chirrían.
los carros van cargados de trigo,
incrustan su peso sobre los caminos,
atravesando un país endeudado.
El grano tiene otros destinatarios.
Las ruedas chirrían de vergüenza.
De noche se las oye lamentarse.
Al son de los cascos,
la plegaria no termina.
Flacos caballos reciben caricias con inquina,
Es difícil la ternura entre andrajos.
Bandadas de hambrientos reclaman
pan y versos.
Bandadas de harapientos recuerdan
que ya no son noticia.
El crimen es lento,
los criminales tiene nombre,
conducen, alegres, los carros,
atraviesan el país de lado a lado
y arrojan briznas de limosna a su paso.
Pero este país no es una fábula,
no es invento de poeta,
existe, con sus cien niños
muertos sobre los sembrados.
Existe,
maldita sea.
Con el pan y los versos secuestrados
a la infancia va a serle muy difícil
sobrevivir
y no ser esclavos.

Argentina cosecha 70 millones de toneladas de grano, sin embargo, 100 chicos mueren de hambre por día en Argentina, a pesar de que la deuda externa se declaró jurídicamente ilegal, ilegitima e ilícita de acuerdo a un fallo judicial.
Abren sus barrigas
para arrojar desde el aire
la pócima poco exquisita
que envenenará la cosecha.
No dejará de crecer la mala hierba,
sí aumentará la pobreza.
El campo será un cuartel
con militares bien entrenados,
el campo tendrá otros dueños,
oligarcas nacionales y extranjeros bárbaros.
Los valedores de la tierra
huyen de su razón y de sus sembrados,
odiando el destino con el que nacieron:
poco pan
y mucho miedo.
Allá en la tierra
donde la inmodestia escasea,
donde trinan todos los pájaros
y todos los ríos babean,
el emperador iletrado sueña
con hacer de este lugar
otro de sus condados.
Este lugar, rico incluso en desobediencia,
no dejará que sus campesinos mueran
por cultivar una hierba.
Este lugar, harto de tanta violencia,
desenmascará al mesías
que, con su plan paradójico,
quiere apropiarse
de las riquezas ajenas.

El propósito de Estados Unidos es el de intervenir en el conflicto social y político de Colombia para imponer y favorecer a importantes transnacionales del petróleo y del carbón, facilitar la privatización de las principales empresas estatales especialmente en los sectores de salud, educación y comunicaciones, proteger a los terratenientes empeñados en el desarrollo agroindustrial y ganadero y principalmente apoderarse sin impedimentos de las enormes riquezas de la amazonía. La injerencia política y militar yankee en Colombia apunta, además, a amedrentar a los pueblos de América Latina.
El sacerdote anatematizado
habla en la homilía dominical
de pobreza y de justicia.
Relata matanzas y violaciones,
habla para dios,
si éste quiere escucharle.
Le habla de tú a tú,
sin mencionar a los hermanos,
le habla como si tuviese miedo a matarle con sus palabras,
le habla para decirle
que los sepulcros huelen a ausencia,
que lloran las iglesias.
Habla, el sacerdote,
como si su voz tuviese el presagio,
como si al hablar fuera a cumplirse,
como si al hablar, dios, en verdad,
fuera a hacerle caso.
Habla el sacerdote sin descanso.
Fuera, los pobres, cantan a dioses de barro,
dioses que no muestran sus fracasos.
Fuera, visten los harapos,
dentro, en las catedrales, boato.
El sacerdote llora todo el desamparo,
todo el descaro,
toda la rabia,
el sacerdote llora
porque la iglesia está vacía,
huérfana de dioses descalzos.
El sacerdote llora.
Hoy sabe que dios nunca quiso mirar para este lado.

Monseñor Romero, a través de sus homilías se convirtió en la conciencia de la nación salvadoreña. El 24 de mayo de 1980 fue asesinado de un disparo en el corazón. Promovidas por EEUU y protegidas por las oligarquías y las fuerzas armadas, como arma de combate ideológico contra la teología de la liberación, las sectas protestantes se propagan como hongos por la geografía centroamericana. Su difusión es más avasalladora en los países donde el movimiento progresista y popular era más fuerte. Las sectas enraízan en las zonas más pobres y entre la población más analfabeta, convirtiéndose en una calamidad pues su fanatismo religioso embrutece a sus seguidores agudizando el atraso y el subdesarrollo y haciéndoles presa fácil de políticos ultraderechistas tanto o más fanáticos que ellos.
Sus plegarias fueron generosas,
la letanía se interrumpió con el primer disparo.
Nunca más hubo silencio.
La sangre retumba,
el dolor gime,
la muerte embauca a los niños,
los araña y mordisquea,
muertas las víctimas,
muertos los ejecutores que caminan.
Muertos los que se benefician.
Aúllan entre oraciones
las bocas ejecutadas.
Aúllan en la espesura,
la rabia, la injusticia.
Aúllan porque si callan,
si embalsaman la palabra,
sus vidas habrán sido
sólo polvo o ceniza.
Por eso aúllan en la espesura,
y llueven quejas y alaridos
y siembran memoria a gritos
y arrancan malas hierbas
y vuelan pájaros sobre las sepulturas
de los campesinos,
pájaros de azules pechos,
pájaros de horribles trinos,
pájaros eternos,
asesinos de olvidos.
Pájaros inmensos
de ensordecedores graznidos.

El 22 de diciembre de 1997 un grupo armado atacó a los pobladores de la pequeña comunidad de Acteal, México, mientras rezaban en su iglesia. Ellos sabían que serían atacados y su única respuesta fue orar por el perdón de sus asesinos. La mayoría fueron asesinados por la espalda. Había mujeres y niños, quienes no sólo perdieron la vida, sino que además fueron ultrajados y destrozados en muchos casos.
Llegaron las huestes del dios barbudo y blanco.
Nada cambia con los años.
De la espada al rifle de asalto
sólo 500 años.
Del robo del oro
al robo del gas
cinco siglos,
nada más.
Llegaron las huestes del dios barbudo y blanco
para sobornar a los de siempre
pero el pueblo no se quedó mirando.
“No hay trabajo,
no hay comida,
no hay escuelas ni hospitales
y vienen a llevarse
la última de nuestras propiedades.”
Los asesinos de tez blanca
creyeron que les callaría el hambre,
que no tendrían fuerza
para levantar el puño
y enarbolar las quejas.
Se equivocaron.
Salieron todos a la calle
formando un ejército,
marcharon coléricos
a reclamar a sus gobernantes.
Los genocidas pensaron
que podrían mantenerlos
eternamente arrodillados.
Y otra vez se equivocaron.

Durante los años 80 y 90 el FMI recomendó a Bolivia que redujera el gasto público y que privatizara las empresas estatales. Vendió petróleo, telecomunicaciones, líneas aéreas, electricidad y ferrocarriles. En 1977 presionó para privatizar el agua.
El último recurso que gestionaba el estado, el gas, ha provocado las iras del pueblo. La pobreza y la exclusión son la otra cara, la oposición a la venta del gas fue sólo una “excusa” para reclamar por la desigualdad social.
En la región amarilla,
república del banano,
a las mujeres se les descuelgan los niños.
Toda la comarca fracasa en sus partos.
Las mujeres llevan rojos los muslos
los hombres penes flácidos y secos.
Saben que el campo esconde
el veneno que reseca úteros y sembradores.
Saben que el campo escupe
cáncer, dolor, tumores.
Saben que el campo araña
para proteger el bienestar
que mastican los señores.
Saben que el campo esputa
coágulos de rabia.
Saben que el campo mata,
rápido o con mesura.
Saben que lejos pagan
por esconder los cadáveres.
En la región amarilla,
república del banano,
a las mujeres se les descuelgan los niños,
los hombres poseen penes yermos.
Trabajan en el campo.
Hombres mujeres, niños...
Rumiarán después
con sabor amargo.
Y tejerán en el sudario
el siguiente epitafio:
El campo fue nuestro cadalso.

En los años 70 más de 30000 trabajadores fueron expuestos a un pesticida volátil de amplio uso en las plantaciones de banano e América Central, según sindicatos agrícolas de la región. Las consecuencias incluyen numerosos casos de cáncer, defectos congénitos y esterilidad. En Nicaragua, 8000 trabajadores afectados demandaron a las firmas internacionales que fabricaron y distribuyeron la sustancia química e cuestión. Una ley aprobada en 2000 respalda la posición de los trabajadores pero su aplicación está amenaza por presiones de la embajada de Estados Unidos.
El barco verde
pasea su indecencia.
Abre el mar
como si fueran muslos,
avanza haciendo caso omiso,
muestra su cubierta
y esconde las galeras.
Allá hoy se recuerdan los gritos,
Las muescas de dolor.
El olor es nauseabundo
por la sangre y la ceniza.
Avanza con la seguridad
de quien se sabe impune,
el barco fantasma
guarda en su bodega
crímenes y tortura.
La nave,
escuela de verdugos,
arrojó por la borda
cientos de futuros.
Cascarón de desatinos,
barquichuelo purulento
pretende exhibirse por el mundo
pero cada puerto,
cada ola,
cada estrella,
recuerda el horror
nacido en sus galeras.
Desaparece, barco fantasma,
deja tu naufragio como estela.

Inmediatamente después del 11 de septiembre de 1973 el buque escuela “Esmeralda” fue utilizado por la armada de Chile como centro de detención y tortura. Los testimonios de que fue usado como cámara de tortura flotante son múltiples y coincidentes.
La “Esmeralda” no sólo es el barco de la muerte y la tortura según ha sido acreditado sino que también ha pasado a ser símbolo de las acciones criminales más siniestras que se hayan implementado nunca en los países hermanos del cono sur latinoamericano. Digan lo que digan, su visita anual a distinto puertos del mundo continuará siendo un baldón para Chile mientras los miembros de la armada no asuman su cobardía moral, reconozcan el uso criminal que se hizo del buque y pidan perdón por las víctimas martirizadas a bordo.
Dicen que allí nadie duerme tranquilo,
que el llanto es la liturgia de los supervivientes.
Dicen que, amontonados, detienen su aliento
si oyen los pasos de la curia penal.
Es mejor callar...
El día asalta a los durmientes,
cuenta con sus dedos largos los muertos,
los moribundos,
los enfermos,
los ausentes.
Otro día más,
otro día de espera.
Nunca existió para ellos el paraíso,
el crimen estigmatizó sus frentes,
por eso nadie duerme tranquilo,
por eso su llanto es el más desesperado,
porque se aferra a los muros viscoso,
por eso allá nadie menciona el evangelio,
por eso no hay profetas
y nadie habla de dioses menores,
de dioses que holgazanean,
de dioses que no nombran en sus homilías
ni la impunidad ni el hambre.
Por eso allí nadie duerme tranquilo,
porque huérfanos de sí mismos
aguardan despiertos la muerte.
por eso nadie duerme tranquilo,
porque el infierno es para ellos
dormir y despertarse en el mismo sitio.
Dormir y soñar es para ellos el único peligro.

El 2 de octubre de 1992, la policía militar cargó contra la mayor prisión de Latinoamérica al estallar allí un motín. Cuando por fin se retiró, tras 11 horas de matanza descontrolada, 111 internos habían perdido la vida. Han transcurrido años, ni un solo policía ha sido procesado. En diciembre del año 2002 esta cárcel fue demolida y allí fue erigido el complejo cultural y de entretenimiento “Parque de la juventud”
La morgue, en su inmenso regazo
arrulla centenares de cuerpos.
La balada no cesa un segundo,
con sus brazos famélicos,
sus senos metálicos,
su sexo de mármol,
canturrea sin límite.
Tiene nombre de mujer.
Tiene útero.
Tiene sólo muerte en su preñez.
La morgue baila con mil miembros mutilados,
con mil heridas,
con mil torturas,
con mil niñas descompuestas.
Canta y baila
y baila y canta
y llora y canta
y llora y baila
y no hay nada que hacer.
La tragedia es fértil,
tiene nombre de mujer.
La morgue reclama aleluyas,
no cesa en su empeño,
aprieta los muslos
para que en ella no entren
más evas ni marías
pero de nada sirve
su simbólica rebeldía
esperarán, en la puerta,
hasta convertirse
en polvo, tierra o ceniza.

La policía registró en Guatemala 527 muertes violentas de mujeres durante el año 2004, un aumento respecto de las 383 ocurridas en 2003 y 163 en 2002. 175 de estas muertes fueron causadas por arma de fuego. 27 por arma blanca 323 debidas a otras causas. Estas categorías ocultan la naturaleza brutal de muchos homicidios en los que los cuerpos de las víctimas presentaban indicios de violación, tortura, desmembramiento y mutilación antes de la muerte.

EUROPA

“A Araia, toda mi nostalgia,
toda mi gratitud, toda mi infancia”


Llevas el hábito roído por la codicia,
paseas ocultando tu naturaleza de vulgar ramera,
dejas huellas de náuseas,
mordisqueas riquezas sin ser su propietaria
y ríes y cantas y bailas y obsequias
y repartes moral y lástima.
* * *
Con una mano masturbas,
con la otra diezmas.
* * *
Tus enaguas se arrastran por el asfalto
con suciedad de años,
no quieres cambiar el presente,
por eso alteras la historia,
decides aparecer en ella como una reina.
Sobre patrañas sólo se edifican infamias.
Los ropajes no pueden disimular miserias.
Tu piel lleva escrito millones de destinos.
Tu memoria desea olvidar los aullidos.
Tu silencio es tan asesino como tus delirios
y a pesar de todo esto
continuas el itinerario mortal
como si siempre fuera domingo
y bajo tus fastuosos andrajos
palpitan los pecados redimidos.
Eres la tierra putrefacta,
la vieja enferma,
la única puta,
eres la cruel y difícil paradoja.
Eres la gran impostora,
mujer fatal,
tu riqueza es nuestra deshonra.
Mujeres de adobe,
cuencas vacías, manos sin huellas,
voz que no cuenta, geografías en venta.
Mujeres de petrificada memoria
que perdieron el cielo, las raíces,
las miradas, las protestas.
Mujeres en alcobas con cadenas,
mujeres tendidas, con las piernas abiertas,
el amor es ciénaga sólo de poetas,
el amor es invento de soldados y de doncellas.
Estas mujeres que se esparcen
en colchones apátridas,
que se hacinan en cuartos
donde llueven carencias,
que aguardan bofetadas y se alimentan
de mucha agua, poca sal y menos harina,
estas mujeres víctimas
de la maldad y de la pobreza,
soportan, desde que se despiertan,
la invasión implacable del cuerpo
y tratan de reunir hebras de esperanza
con las que defender su vida
a pesar de las afrentas.
Estas mujeres,
convertidas en carne de oferta
se maquillan sin espejo,
creen en dios a pies juntillas,
mientras las embisten,
se aferran a la cruz
y piensan que para ellas
la vigilia es su peor pesadillla.

Una mujer moldava conocida por las iniciales S.C. fue introducida mediante trata de blancas en Montenegro y obligada a trabajar como prostituta entre 1999 y noviembre 2002. Esta mujer, de 28 años y madre de dos hijos padeció espantosos abusos físicos y sexuales durante más de tres años. La mujer afirma que jueces, políticos, policías y funcionarios de Montenegro las violaron y torturaron a ella y a otras mujeres de Europa del Este que como ella habían sido retenidas como esclavas sexuales.
Al entrar en casa
dejaban de ser hermanas.
Nadie fue testigo del crimen
de estas dos mujeres ancianas.
Un solo lecho,
sobre él,
dos cuerpos que no descansan,
dos mujeres que se aman
desde remotas infancias.
A la hora de la siesta
ellas recorren los montes
de sus geografías cercanas
y se reconocen en sus caricias,
en las ganas.
Se reconocen en el amor
con el que se aman.
Al entrar en casa
la edad olvida
que edifica fronteras
y ellas, las dos,
sienten poder
entre las sabanas.
Sin prisa,
se arrancan amarguras,
sin prisa, recobran carcajadas,
sin prisa despiden la farsa
para atravesar de la mano
el placer de ser mujeres
y de amarse como solo
ellas dos se aman.

En países como Rumania aún son frecuentes los acosos o agresiones verbales o físicas a gays y lesbianas.
Sintió que el dolor
la ocupaba para siempre
como si fuera una espada
clavada en la espalda.
Sintió que su sueño
había sido de metal,
que las voces eran ciertas,
sintió el alarido de un pueblo
ahogado en el principio
de la raza
y caminó agarrando el útero de piel y paja.
Había, por los caminos,
más mujeres oscuras
con cicatrices entre los muslos,
morenas de largo pelo,
morenas de ojos negros,
morenas de pies descalzos
que deambulaban con un solo pensamiento.
No hizo falta ningún médico,
sabían que no serían madres
porque el horror las atravesaba
llegado desde muy lejos,
porque se miraban de frente
y se les secaban los pechos...
Hasta el amanecer
taconea desde entonces la luna,
los hombres afilan
su venganza
y las mujeres
rememoran inútiles canciones de cuna.

En enero 2003, la oficina eslovaca de Derechos Humanos y Minorías interpuso una denuncia para que se investigaran las prácticas de esterilización ilegal contra mujeres romaníes. Bajo el régimen comunista de la antigua Checoslovaquia, que tuvo su fin en noviembre de 1990, las mujeres romaníes eran empujadas a someterse a una esterilización tras tener muchos niños: en numerosas ocasiones se les ofrecían sumas de dinero para que aceptaran. Aunque discriminaciones raciales de este tipo están ya prohibidas las mujeres romaníes en la vecinas Eslovaquia han interpuesto quejas similares y un informe reciente ha concluido que a lo largo de los años 90, han ido apareciendo indicios de que la práctica de esterilizaciones coercitivas aún no ha terminado.
Canturrean estribillos,
salmos oscuros
dichos entre gritos,
entre cantos,
entre destrozos.
Balanceadas por ellas mismas
se arrancan las trenzas,
se dejan fornicar por la tristeza
hasta que sólo ella las gobierna.
Espantosamente huérfanas
agrietan el dolor
para que se derrame
mientras esperan unas lágrimas
que nunca se alejan.
Rincones ciegos
que dios no alumbra.
El ruido del silencio molesta,
por eso gritan sus cantos.
No hay domingos.
Ni postre.
No hay juegos.
Ni caricias.
Sólo tienen una vida
que nadie reclama.
Sólo tienen un cuerpo
que no puede estarse quieto.
Sólo tienen una voz
que tararea desgracia.
Sólo tienen golpes,
golpes dados cuando cantan.

En Bulgaria los niños con discapacidad mental son internados en hogares sociales como resultado de diagnósticos inadecuados. A los más discapacitados se les abandona el día entero en la cama, sin juguetes, ni actividades organizadas ni estímulos visuales. Cuando llegan a la edad adulta son incapaces de comunicarse con otros o de hacer nada por cuenta propia. Las condiciones físicas a menudo son crueles, inhumanas y degradantes. Muchas personas con discapacidad están alojadas en edificios en ruinas con frecuencia sucios de heces en las paredes, el piso y la ropa de cama. Elevado número de muertes por neumonía, hipotermia y desnutrición atestigua el abandono médico.
La palabra tiene una seria mordaza.
todo lo que dice, lo dice avergonzada.
Sabe que no vuela entre poetas,
que no es una herramienta.
Sabe que fallece
y busca, entre andrajos,
huellas, legados, herencias.
Asustada, siente su podredumbre,
desearía no estar presente
ante su lenta muerte,
ante su muerte profética.
Extiende los brazos enfermos
para pedir limosna.
Nadie se apiada,
nadie sabe quien es la sombra
que suplicó desde la mazmorra.
A nadie importa.
Respira sin aire de esperanza,
recuerda la necesidad de su presencia
y a pesar de que le tambalean las piernas
se sostiene erguida.
Está callada.
Los que la temen, la silencian.
Los de siempre.
Tratan de herirla
pero no se amedrenta
y muestra su pestilente desnudez
a quien quiera mirar en el interior de la jaula.
Por si alguien arranca la mordaza.
Por si alguien la salva.

El 20 de febrero de 2003 un juez de Audiencia Nacional ordenó el cierre cautelar del diario vasco Euskaldunon Egunkaria (único escrito enteramente en euskera) y la detención de 10 personas relacionadas con él. Entre los detenidos se encuentran el sacerdote jesuita Txema Auzmendi y uno de los directores del diario Peio Zubiria, quien, según los informes, protagonizó un intento de suicidio. Todos los detenidos fueron puestos en régimen de incomunicación en virtud de la legislación antiterrorista y llevados a la audiencia nacional en Madrid.
Las cerraduras están oxidadas,
las llaves cuelgan de las fronteras,
por el mar vienen mujeres, niños, hombres.
Caminan sobre el agua
con pies descalzos.
En sus melenas esconden semillas de lejanas guerras,
que se agitan como si fueran banderas.
El mar tiene memoria y se asusta.
Nunca antes la diáspora la sufrieron tantos pueblos.
No sólo el agua los separa,
náufragos de todos los sitios
aguardan a la deriva,
sólo obtienen, de la fortaleza, aceite hervido.
Un poco pan es lo que piden,
Un techo y algo de abrigo.
Sólo quieren vivir en un mundo
que no les pidió permiso.
Sólo quieren pisar tierra firme.
De nada les sirve,
las leyes están para inventarlas,
para construir con ellas
murallas muy altas
y todos esos seres, incapaces de multiplicar peces,
son expulsados del paraíso como si fueran mercaderes
y en nombre de no sé qué se les niega harina y lástima
y en nombre de no sé qué indignas patrias,
sordos a las aldabas,
dan la espalda a la justicia
cerrando países
y tirando las llaves al agua.

Cada año, Italia, expulsa o prohibe la entrada a miles de ciudadanos extranjeros, algunos de los cuales son solicitantes de asilo, alegando entrada ilegal, intento de entrada ilegal o residencia ilegal. Muchas de estas personas, mientras aguardan su expulsión, permanecen privados de libertad en “centros de acogida y estancia provisional”, a veces por periodos de hasta 60 días. El informe de AI detalla alegaciones sobre agresiones físicas y sobre el excesivo uso de drogas tranquilizantes suministradas a personas que se encuentran en centros de detención temporales. los centros de detención están a menudo abarrotados, son antihigiénicos y la atención médica es pobre. Muchos de los detenidos experimentan grandes dificultades para acceder al proceso de determinación de la petición de asilo así como para cuestionar la legalidad de las órdenes de expulsión.
En todos los rincones del mundo
parecen dormidos.
Entre polvo o cemento
bajo lluvia o en el desierto.
Son los niños muertos.
En algún rincón del mundo
no quieren reconocer al culpable.
Las monedas, con su tintineo atroz
cercenan los pensamientos.
El niño muerto se multiplica,
se reparte,
se expande.
El niño muerto agoniza
en mis dedos,
en tu sangre.
Muere en cada muerte,
en cada uno de los rincones
muere el niño muerto.
Parece dormido,
parece siempre el mismo.
El niño muerto,
muerto en todos los sueños,
muere a cada rato y en silencio
muere a poquitos o de repente,
Muere el niño muerto.
Mientras en algún rincón del mundo
no quieren reconocer quien es el culpable
de tanto horror en un costado,
de tanto disparo,
de tanto niño muerto.

El negocio de las armas es escenario de corrupción y sobornos generalizado y se nutre de los beneficios que dan unas máquinas diseñadas para matar y mutilar a seres humanos. Entonces, ¿quién obtiene beneficios con este horrible comercio? Los cinco miembros permanentes del consejo de seguridad de la ONU (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) son responsables del 88% de las exportaciones de armas convencionales de las que se tiene noticia. Desde 1998 hasta 2001, EEUU, el Reino Unido y Francia obtuvieron, por la venta de armas a países en desarrollo, una suma superior a la que gastaron en Ayuda Oficial al Desarrollo.
Alguien, un día,
se levantó siendo yo mismo.
Contó las baldosas,
la pobreza de mis sábanas,
recorrió una a una las alcobas
y sentado esperó que maduraran
del huerto, las manzanas.
Arregló las paredes,
puso cristales en las ventanas,
escondió disparos de metralla,
recogió los zapatos de mi hijo mutilado,
acarició retratos de muertos extraños,
miró a su alrededor
y sintió esa felicidad,
que es la alegría de los sanguinarios.
Entonces quiso dormir y no pudo,
le golpearon los gritos, las cruces, los disparos,
quiso atrapar sueños
pero aquella casa se desangraba,
exudaba el suelo,
exudaba el techo,
coágulos viscosos
se adosaban a las mantas.
Nunca más pudo dormir,
porque continuó viviendo mi vida,
de viudo, de huérfano,
mi vida de luto,
mi vida insomne
de recuerdos ajenos.
Mi vida de rotos sueños.

Más de 2 millones de personas de Bosnia –Herzegovina se convirtieron en refugiados o en personas internamente desplazadas durante la guerra iniciada en 1992. La mayoría de las personas que se vieron obligadas a abandonar sus casas no han podido regresar, en algunas de ellas viven familias que no son las dueñas.
Un cíclope cuenta suspiros,
servicial, anota partos, poesía;
dócil, registra todas las utopías;
sumiso señala y ataca,
cobarde, parpadea su ojo solitario,
observa dentro,
analiza la letra,
desordena pensamientos,
estudia los pasos, los besos,
los fracasos, los trofeos.
Es un monstruo sin talento,
un solo ojo colosal,
un esclavo que vigila,
es una pupila
que sin cesar nos mira
y mirándonos,
nos envidia.
* * *
Y quien al ojo vigila,
quien mes a mes lo recompensa,
no se ruboriza
ni tiembla,
desde sus tribunas
dan cuerda a su mirada,
lo hostigan con su vara única,
lo castigan, lo asedian.
No imaginan que cerca
otro ojo solitario,
otro ojo de lento parpadeo,
otro ojo descomunal
acecha también al vigilante que vigila.

A principio de los 90 durante un juicio a dos feministas, las afectadas, declararon que sus actividades privadas estaban siendo espiadas. El juez citó a un técnico de la compañía telefónica British Telecom, que descubrió la existencia de un programa de ordenadores capaz de escanear simultáneamente 100000 comunicaciones por segundo y declaró que el GCHQ- organismo de inteligencia dependiente del ministerio de exteriores interceptaba las comunicaciones desde un satélite mediante redes de fibra óptica. El gobierno británico contactó con el magistrado que declaró el testimonio secreto “porque afectaba a la seguridad nacional” y prohibió usarlo en el juicio.
Arranca palabras,
confesiones absurdas,
que dios no tiene tibias,
que los ángeles orinan,
que tú y yo somos terroristas.
Arrancan una a una todas las lenguas
con descargas eléctricas,
con amenazas,
con asfixias,
con sangrías.
Arrancan idearios que no existieron,
arrancan gritos,
arrancan en la penumbra dolor,
mientras se miran las manos.
Dios, es verdad, no tiene tibias,
por eso esta arrodillado.
En el laberinto del horror sofisticado,
entre grilletes y picanas,
entre bolsas y bañeras,
entre patadas;
yace un niño,
un anciano,
una mujer
o un hombre ordinario,
con marcas en los costados,
yacen sin dedos,
sin pechos
o empalados.
Yacen moribundos.
Yacen muertos.

El 13 de diciembre de 2004 varios policías vestidos de civil visitaron una casa de Atenas donde se alojaban entre 40 y 60 solicitantes de asilo y refugiados afganos. La policía reunió en una habitación a todos los presentes, menores incluidos y al parecer los golpeó brutalmente, torturando a alguno de ellos. Lo mismo se repitió los días siguientes. Los agentes se llevaron a u joven de 17 años a la comisaría y según los informes lo torturaron allí. El muchacho dijo que lo desnudaron, obligaron a tumbarse en el suelo y a extender las piernas y le pusieron una pistola en la sien amenazándolo con matarlo. Fueron golpeados alrededor de 60 afganos, sólo 30 se atrevieron a presentar una queja. Al menos 17 de ellos tenían entre 15 y 17 años.
Tortura es toda práctica que causa dolor grave y que se hace intencionadamente por una razón específica y esta autorizada por las autoridades.

EPÍLOGO

Alemania, denuncias de malos tratos policiales.
Argelia, homicidios y detenciones durante manifestaciones.
Armenia, presos de conciencia.
Bielorrusia, agresiones a periodistas.
Corea del Sur, hostigamiento y detenciones de dirigentes sindicales.
Costa de Marfil, ejecuciones extrajudiciales.
Croacia, impunidad por crímenes de guerra.
Cuba, presos de conciencia.
Ecuador, intimidación a defensores de derechos humanos.
Egipto, juicios injustos.
Emiratos Arabes, trabajo infantil.
Etiopía, negación deliberada de socorros alimentarios a los civiles en zonas de guerra, habitualmente con el objeto de rendirlos por el hambre hasta lograr su sumisión
Filipinas, conflicto armado en Mindanao.
Francia, agresiones racistas.
Gambia, reclusión prolongada sin juicio.
Guinea Ecuatorial, duras condiciones penitenciarias.
Haití, violencia política.
Jordania, homicidios en el seno de la familia o en nombre del honor.
Liberia, refugiados y desplazados internos.
Libia, 426 niños infectados con el virus del SIDA cuando estaban al cuidado del hospital infantil Al Fateh de Benghazi.
Marruecos, flagelaciones públicas.
Myanmar Birmania), desalojos forzados, obligan a abandonar sus casas para construir lugares turísticos.
Ruanda, juicios por genocidio.
Sierra Leona, constituyen, sus ciudadanos, la mayor población de refugiados de Africa, con 440.000 refugiados en Guinea y Liberia.
Yemen, detenciones por motivos políticos tras el 11 de septiembre del 2001.
Etc...

Archivo del blog

Datos de la autora

Silvia Delgado Fuentes, España, 1968 | Nació en un pueblo de la rioja alavesa, desde entonces hasta ahora, es nómada de pieles y geografías. Difunde sus versos en montajes que realiza alternando texto, música e imágenes. Es autora de los siguientes libros de poemas: “Ángeles cotidianos”, “Y que hablen en mis palabras”, “No está prohibido llorar con los supervivientes”, “Las cuarenta chimeneas del infierno”, “Canción inútil para Palestina” y “Nanas de rodillas”.