Los muros arden,
mis huesos abrasan la carne,
fuera, el sol, añora los días de lluvia,
dentro, humean rescoldos de muchas vidas.
El río abrasa,
abrasa el viento,
abrasa el horror,
ahoga el humo
con aroma
a muerto.
* * *
En el mar,
lejos, rezan los náufragos,
el agua, en calma,
huyen los peces.
En el mar
rezan los supervivientes,
cuentan cadáveres.
* * *
El cielo se cansa,
sólo recibe silencio,
ni un grito,
sólo el sonido de la piel incinerándose,
no hay donde refugiarse,
no hay donde sanarse,
huyen hacia delante,
van solos,
sin dioses ni comandantes,
van solos.
Es el éxodo
hacia ninguna parte.
Llevan dentro el rumor
de que nadie va a salvarse...

El 13 de junio de 1995, Francia anunció que iba a llevar a cabo una serie de ensayos nucleares subterráneos en los atolones de Mururoa y Fangatanfa en el Pacífico Sur. Se llevaron a cabo seis ensayos nucleares subterráneos entre el 5 de septiembre de 1995 y principios de 1996. Las radiaciones tienen efectos directos en la salud de la población de la zona: cáncer, leucemia, riesgo de problemas genéticos, contaminación de la cadena alimentaria, etc, etc, etc...

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Datos de la autora

Silvia Delgado Fuentes, España, 1968 | Nació en un pueblo de la rioja alavesa, desde entonces hasta ahora, es nómada de pieles y geografías. Difunde sus versos en montajes que realiza alternando texto, música e imágenes. Es autora de los siguientes libros de poemas: “Ángeles cotidianos”, “Y que hablen en mis palabras”, “No está prohibido llorar con los supervivientes”, “Las cuarenta chimeneas del infierno”, “Canción inútil para Palestina” y “Nanas de rodillas”.