Los escribanos anotan
sobre la piel del mundo
el silencio de los latidos,
numeran cántaros de sangre,
miden huesos.
cuentan ganancias con los dedos.
Sobre la piel del mundo
los escribanos nunca detienen su trabajo,
los muertos, son mejores muertos
si son huecos,
los muertos, son mejores muertos,
si no están completos...
Por eso, los escribanos, se afanan
con el inventario,
corazón, riñón,
hígado,
páncreas, pulmón,
intestino, córneas...
Todo queda registrado,
catalogado,
etiquetado
y los seres humano, perforados.
Sobre la piel del mundo
se codician vísceras.
Y dios,
cualquier dios,
cualquiera de los dioses inventados,
sin estremecerse
mira hacia otro lado.

El precio de un riñón en los portales chinos de Internet varía entre los 6 y 10 millones de pesetas. Se ofrecen también córneas, pulmones, hígados...
La principal sospecha reside en que algunos de los órganos subastados son vitales y sólo pueden ser extraídos de una persona clínicamente muerta. La oferta de partes del cuerpo sobre cuya disposición es imposible hacer previsiones (los hospitales no pueden saber cuándo llegará el donante)- ha reforzado el convencimiento de que en realidad se están utilizando órganos de reclusos condenados a muerte.

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Datos de la autora

Silvia Delgado Fuentes, España, 1968 | Nació en un pueblo de la rioja alavesa, desde entonces hasta ahora, es nómada de pieles y geografías. Difunde sus versos en montajes que realiza alternando texto, música e imágenes. Es autora de los siguientes libros de poemas: “Ángeles cotidianos”, “Y que hablen en mis palabras”, “No está prohibido llorar con los supervivientes”, “Las cuarenta chimeneas del infierno”, “Canción inútil para Palestina” y “Nanas de rodillas”.